Buen día, amada princesa.
Tal vez hoy estemos tomando un café algo amargo, pero que deleite tan maravilloso hay en la Palabra de Dios, esas promesas que son miel para nuestra boca y fortalecen nuestra alma.
Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.
1 Pedro 5:10
Qué bendición ser perfeccionadas, afirmadas, fortalecidas y establecidas. ¡Gloria a Dios! Pero que difícil se nos hace ese corto tiempo, ese tiempo de padecimiento... Eso como que no nos gusta mucho. Pero al mirar la cruz, recordamos todo el terrible PADECIMIENTO que experimentó nuestro Amado Señor y Salvador, y es alli, cuando nuestras circunstancias y breves padecimientos se convierte en nada al lado de la maravillosa obra redentora de Cristo.
Dios te bendiga hoy y siempre.
¡No temas, ni te desanimes!
Esto también pasará.
Diana Hernández
de
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