¡Buen día, princesa!
El Señor quiere obrar a través de nosotras, de una manera tal que podamos llegar a convertirnos en bendición para los demás, en todo tiempo y lugar.
Pero esto no puede lograrse sin fe.
Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.
Mateo 17:20
Esa es la naturaleza de la obra transformadora de Dios en nuestras vidas, y en la medida que llegamos a experimentarlo a Él personalmente, descubrimos de manera real que nada es imposible para Dios.
¡Ten fe!
¡Pon tu confianza en Dios!
¿Recuardas a Abraham? El, contra todo razonamiento humano, creyó que a una edad muy avanzada Dios le daría el hijo que le había prometido, y que le daría tantos descendientes como estrellas en el cielo. Él creyó la promesa acerca de una nación de la cual él sería el padre, y que a partir de esa nación, vendría el Mesías que bendeciría al mundo.
Abraham puso su confianza en Dios, y porque él le creyó a Dios, le fue contado por justicia.
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